Echinocactus grusonii – un suculento encantador con flores espectaculares. Cómo cuidarlo?
“Echinocactus grusonii es un encantador suculento densamente cubierto de espinas. A primera vista, parece una pequeña y peluda bolita. Sin embargo, no te dejes engañar por su apariencia “achuchable”. Las espinas son largas, afiladas y pueden clavarse dolorosamente en la piel. Aun así, esta planta merece atención porque ¡sus flores son espectaculares! Aprende cómo cuidar de Echinocactus grusonii.
Echinocactus grusonii – Descripción
Echinocactus grusonii es el nombre latino de este suculento perteneciente a la familia de las cactáceas, originario de México, específicamente de Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas. En Polonia, se le puede encontrar bajo nombres curiosos y divertidos como “el sillón o cojín de la suegra”, haciendo referencia a su forma, así como bromas sobre relaciones familiares. En estas condiciones, el Echinocactus solo puede ser cultivado en interiores, ya que no tolera las heladas.
En su entorno natural, este suculento puede alcanzar hasta un metro de diámetro, siendo una planta impresionante. En cultivo en maceta, por lo general, su tamaño es de varios centímetros. Tiene una forma redonda con la parte superior ligeramente aplanada, lo que le hace parecer un cojín o almohada. El tallo principal está compuesto por numerosas costillas de color verde claro. Los bordes de estas están densamente cubiertos de aréolas, de las que emergen espinas largas, de 3 a 5 cm de longitud, de color amarillo claro. Gracias a ellas, la planta parece brillar como si estuviera hecha de oro.
Un ejemplar maduro, que alcanza un diámetro de aproximadamente 50 cm, generalmente florece durante todo el verano. Sus flores son amarillas y plumosas, rodeando la parte superior del tallo, lo que hace que el suculento parezca estar adornado con un ramillete. Tienen un tamaño de entre 4 y 6 cm, lo que las hace lucir hermosas contra el fondo de la bola.
Echinocactus grusonii – Requerimientos de Cultivo
Este cactus se caracteriza por su gran resistencia a condiciones atmosféricas adversas. Debido a su origen, está acostumbrado a la falta de agua y minerales. Sin embargo, esto no significa que no tenga requisitos. En el cultivo en interiores, es necesario proporcionarle:
Una ubicación luminosa y soleada: a Echinocactus grusonii le gusta la luz solar directa, por lo que se puede colocar, por ejemplo, en un alféizar orientado al sur sin temor a quemaduras. Una planta ubicada en una zona oscura de la habitación puede nunca florecer y detener su crecimiento.
Suelo permeable y moderadamente fértil: Echinocactus grusonii no tolera el exceso de agua y humedad. Para evitarlo, es necesario proporcionarle un suelo ligero. La mejor opción es una mezcla lista para suculentas y cactus disponible en tiendas de jardinería. Este sustrato está listo para usar, por lo que no es necesario agregar nada más, lo que acorta el tiempo de trabajo, por ejemplo, durante el trasplante.
Temperaturas moderadamente altas en verano, alrededor de 25°C, y frescas en invierno, alrededor de 15°C. Al cambiar del calor al frío, aumentas las posibilidades de que el Echinocactus florezca. En verano, puedes mantener el cactus al aire libre, por ejemplo, en un balcón soleado. Solo asegúrate de que la planta no esté expuesta a la lluvia.”
“Echinocactus grusonii – Cuidado
Aunque el cactus se desenvuelve perfectamente en las condiciones polacas, esto no significa que se pueda descuidar. Para poder disfrutar de su hermoso ramillete de flores, es importante cuidar lo siguiente:
Riego regular pero moderado: Echinocactus grusonii lucirá espléndido en verano si se le proporciona agua en pequeñas cantidades de vez en cuando. Sin embargo, en invierno se debe evitar el riego para que la planta pueda entrar en un estado de reposo y regenerarse antes del período de floración. La regla más importante durante el riego es no inundar el tallo. El agua debe llegar directamente a la tierra, de lo contrario, la planta se pudrirá. Una buena idea es colocar la maceta en un recipiente con agua durante unos minutos para que las raíces tengan tiempo de absorberla. Esto evitará el riesgo de regar en exceso el cactus.
Fertilización adecuada: Echinocactus grusonii no tiene necesidades nutricionales muy altas y no es una planta “hambrienta”. Sin embargo, para estimular la floración, es recomendable fertilizarla ocasionalmente con un fertilizante diluido con bajo contenido de nitrógeno y alto contenido de potasio.
Echinocactus es la planta ideal para personas que viajan con frecuencia, trabajan mucho o tienen muchas actividades y no tienen tiempo para cuidar de las flores. El cactus esperará pacientemente tu regreso a casa.
Echinocactus grusonii – Trasplante
Echinocactus debe ser trasplantado en tres situaciones: después de la compra, cuando las raíces “salgan” de la maceta y después de regar en exceso. Sin embargo, antes de hacerlo, asegúrate de ponerte guantes gruesos para proteger tus manos de las espinas y prepara una maceta con agujeros de drenaje llena de grava y una capa delgada de tierra.
El siguiente paso es sacar el cactus de la maceta antigua. Para hacerlo, sujeta el tallo y gira suavemente la masa de tierra. Luego, retira la tierra vieja y transplanta la planta a la nueva maceta. El último paso es rellenar los espacios vacíos con tierra. Una vez que todo esté listo, puedes regar el Echinocactus con una pequeña cantidad de agua.
El mejor momento para trasplantar el cactus es en primavera y verano. En otoño, la planta entra en un estado de reposo, por lo que no sería capaz de regenerarse después de cambiar de sustrato. Durante estos meses, solo se debe trasplantar la planta a una nueva maceta si la tierra está demasiado húmeda y las raíces han comenzado a pudrirse.
Echinocactus grusonii – Propagación
Las nuevas plántulas de Echinocactus se pueden obtener mediante la siembra de semillas. Para ello, prepara un recipiente con tierra húmeda para suculentas. Coloca las semillas en la superficie y cúbrelas con una capa delgada de vermiculita, lo que ayudará a mantener la temperatura adecuada.
Coloca las plántulas preparadas en un lugar luminoso pero no directamente expuesto al sol, donde la temperatura oscile entre 20 y 23°C, y mantén la tierra constantemente húmeda, rociándola regularmente. Los primeros resultados se verán después de unas pocas semanas.
A veces, un Echinocactus bien cuidado desarrollará ramificaciones. Estas también se pueden utilizar para obtener nuevas plántulas. Simplemente separa las ramificaciones de la planta madre durante el trasplante y colócalas en una maceta separada con tierra húmeda. ¡Las nuevas raíces deberían aparecer rápidamente!
Echinocactus grusonii – Poda
Echinocactus no requiere poda. La planta no se extiende hacia los lados, por lo que no es necesario corregir su forma. El único cuidado que se puede realizar durante el cultivo del cactus es eliminar las flores marchitas. Para evitar cortarse las manos con las espinas afiladas, es mejor usar tijeras afiladas.
Echinocactus grusonii – Enfermedades
Los cactus son plantas resistentes a diversas enfermedades y plagas. La única amenaza para ellos es el exceso de humedad en el sustrato. Esto puede ocurrir por un riego excesivo, la falta de agujeros de drenaje en la maceta o una capa de drenaje insuficiente en el fondo del contenedor.
La humedad conduce al desarrollo de hongos y, como resultado, a la pudrición de las raíces, lo que generalmente resulta en la muerte de la planta. Para prevenir esto, es necesario:
-Regar con moderación y controlar constantemente el nivel de humedad del sustrato.
-Si es necesario, reemplazar la tierra y tratar el cepellón de raíces con un fungicida.
Sin embargo, debes tener en cuenta que en caso de raíces dañadas, las posibilidades de que la planta se recupere son escasas.”