Cómo plantar menta en una taza para decorar y perfumar toda la casa.
No hay nada mejor que tener plantas aromáticas en casa. Además de su uso en la cocina, este tipo de plantas también son muy útiles para aromatizar la casa, y entre ellas la menta es sin duda una de las más fragantes.
Si estás buscando una solución que te permita tener siempre a mano una pequeña planta de menta y, al mismo tiempo, decorar un rincón de tu casa, la que te sugerimos a continuación seguramente será ideal para ti.
Se trata de un método para cultivar una plantita de menta en una taza. Una idea encantadora y original, que es perfecta para aquellos que tienen poco espacio y desean perfumar toda la casa.
Además, la menta tiene propiedades medicinales que ayudan a aliviar problemas digestivos, es expectorante y tiene un efecto calmante.
Para plantar menta en una taza necesitarás:
-Una taza de cerámica lo suficientemente grande.
-Cinta adhesiva para paredes.
-Taladro.
-Fertilizante.
-Tierra.
-Agua.
-Semillas de menta.
Cómo cultivar menta en una taza paso a paso:
El mejor momento para sembrar la menta es ea principios del verano, ya que esta hierba crece en climas cálidos.
Hazle hoyitos a la taza para que tenga un sistema de drenaje.
Coloca un poco de tierra con agua para que esté húmeda, luego añade las semillas de menta, ya que ésta crece de manera horizontal. Tapa con una capa más de tierra.
Asegúrate de que la tierra que elijas sea rica en nutrientes y ligera.
No añadas otro tipo de semillas, pues es mejor que la menta crezca completamente sola.
La menta crece en tierra húmeda, por lo que deberás regarla periódicamente, sin ahogarla. En cuanto al sol, trata de que se exponga tres horas al día.
Ten mucha paciencia para ver crecer la menta; en cuanto notes que van creciendo los brotes, córtalos para tener menta fresca.
Si los brotes de menta no se sostienen por sí solos, puedes apoyarlos en lápices o palos de madera.
Cuidados de la planta de menta:
Tipo de suelo: la menta necesita un suelo bien drenado y rico en materia orgánica. Asegúrate de preparar el suelo aflojándolo y mezclándolo con compost antes de la siembra.
¿Semillas?: ya sea con semillas o esquejes, cualquiera de estas opciones es perfecta para sembrar.
Luz: la menta disfruta de la luz solar parcial, aunque también tolera la sombra parcial, así que elige una ubicación que le brinde la cantidad adecuada de luz.
Riego: asegúrate de mantener el suelo constantemente húmedo, pero evita el encharcamiento, ya que la menta no tolera suelos demasiado mojados. Utiliza macetas con agujeros para que no se acumule el agua.
Poda: retira las hojas amarillentas y las flores para fomentar el desarrollo de nuevos brotes. Mantén un cuidado constante para prevenir plagas y enfermedades.
Cambio de lugar: se puede realizar una vez que la planta ha alcanzado un tamaño suficiente, generalmente a partir de los 90 días después de la siembra.
Cuidado con las plagas: puedes utilizar insecticidas orgánicos o soluciones de agua con jabón para controlar estas amenazas (pulgones o ácaros, principalmente) de manera efectiva.
Sembrar una planta de menta en casa no es difícil, se trata de pasos sencillos que puedes seguir sin ningún problema. Si lo que buscas es que tengan los mejores cuidados, vas a lograrlo.